La penúltima

 



Al abrir la puerta de aquel local, nunca imaginé lo que sucedería a continuación. Iba bajando las escaleras de entrada  limpísimas , por cierto , cuando comenzaron a dolerme las manos y a castañetearme los dientes.

Una parte de mi, sabia que algo no encajaba, y al dejar atrás el ultimo escalón caí en la cuenta. Esta vez, no estaba de parranda, estaba muerto.

Al menos, el purgatorio era un bar.

— ¡Jefe, cuándo usted pueda...!



Comentarios

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    1. Hola Mucha. Gracias como siempre, un placer tenerte en el blog. Siempre con tus bellas palabras. Un saludo.

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    1. Hola Consuelo. Muchas gracias por pasarte , me alegro que te haya gustad0.

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  3. Corto, sencillo y buenísimo. Demostrando que no se necesitan muchas palabras para escribir algo de calidad.

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    1. Hola RR. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo y gracias por pasarte.

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  4. Mientras tengan la cerveza en su grado óptimo de frío, no me importaría.

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    1. Hola Cabrónidas, gracias por pasarte. Yo pago la primera ronda...Un saludo.

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    1. Gracias Mucha, por tu tiempo , tus comentarios y tus lecturas, que también son maravillosas.

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  6. Tu estilo directo y claro va muy en la línea de los buenos autores que a mí más me gustan. Felicidades. Ojalá y el Purgatorio sea algo así!

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    1. Hola Marcos. Me alegra verte por aquí. Agradezco mucho tus comentarios y por lo que veo, compartimos gustos. Así deberíamos acabar todos , ja,ja,ja.

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