La excursionista

 


En las montañas de Kantō, caminando bajo un espléndido bosque de alerces, me crucé con ella. Desde lejos, rodeada de toda esa niebla, parecía triste y abatida.

—Yo, poseo la llave—dijo mirándome. Una mirada de las que duelen.

Alargó su brazo, sonreía.

No se la razón, pero corrí a su encuentro.

Casi la tocaba, cuando una rama en el sendero me hizo tropezar.

Lo siguiente que vi, fueron las caras de los médicos.

—Tranquilo, has despertado del coma—dijo una doctora.

Recordé el dolor, el accidente, y también a ella…todavía no era el momento de abrazarla.


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Comentarios

  1. Me encanta el micro, Pedro. Intrigante presentación de la escena que nos lleva hasta el hospital y con el misterio de la llave y demás. Muy bien narrado. Muchas gracias por tu aportación en el desafío. Un abrazo y hasta muy pronto.

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    1. Muchas gracias Lidia. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo y hasta pronto.

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  2. Como toda mujer misteriosa, seguro que estaba ahí para algo que no era nada bueno. Si la abraza, no sale del coma jamás. Pobre chico.

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  3. Muy buen micro! A veces, aún no es tiempo...

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    1. Hola Ana. Gracias por tu lectura. Efectivamente, a cada uno , cuando le llega su hora. Un abrazo.

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  4. Me encantó lindo corto inteligente texto

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  5. Una maravilla en la tensión creada y el desenlace.
    Un saludo.

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  6. Por suerte a mi jamas me hablan de micro siempre escribo corto y claro y contesto de frente soy frontal
    me has encantado Te dejo un abrazo desde el silencio del mar en Miami

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    1. Gracias Mucha por tu lectura. Disfruta mucho del mar y de Miami. Un saludo.

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  7. Está genial, Pedro! Un abrazo muy fuerte. Buen relato.

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