Cuando desde
su torre de oro, mi familia me repudió por gastarme el dinero en alcohol y mujeres,
sólo mi abuelo estuvo a mi lado. Él siempre andaba leyendo un viejo libro y
cuando le pregunté acerca de él, me dijo: “En este libro encontrarás respuesta
a todos los misterios de la vida”.
Yo había tocado fondo cuando lo hallé muerto. En la mesa, descansaba su libro y os juro que la tinta se había derramado desde las páginas hasta encharcar la madera. Eran lagrimas por mi abuelo. Yo, ya no bebo, ahora leo y muchos días lloro por él.
Oh, qué triste! Pero a la vez esperanzador final. Me encanta eso de que el libro llore la muerte de su abuelo. Muchas gracias, Pedro, por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo grande y hasta pronto.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lidia. Un abrazo y si, hasta pronto.
EliminarQué bonito.
ResponderEliminarSaludos
Hola vitolosa, gracias por tu comentario. Me alegro que te haya gustado. Un saludo.
EliminarMe gusta lo que has escrito pudiste resumir en algo corto todo el pensamiento Bravo!!!
ResponderEliminarHola Mucha, gracias por tu comentario y por tu visita. Un saludo.
EliminarEscribir corto es lo que se usa Lograr poner lo que tienes en la cabeza dando forma a un escrito me parece maravilloso Yo hago lo mismo .Pocos saben y pueden decir en pocas palabras lo que sienten
EliminarGracias Mucha. Estamos intentando aprender . Un saludo desde España.
EliminarPedro te hicieron falta pocas palabras para decir mucho.
ResponderEliminarEso es todo un merito
Mis felicitaciones
Un saludo
Puri
Hola Puri. Muchas gracias por tus palabras. Un saludo
EliminarQue buen micro, una tragedia es lo único que quizá nos haga variar de costumbres, como a tu personaje.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Angel. Por tu visita y tu comentario. Un saludo.
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