Brócoli

 


Las noches que había brócoli para cenar, mi madre nos contaba a mi hermana y a mi que una vez, una tía abuela suya sufrió un grave problema de estreñimiento. Agotaron todos los remedios posibles, pero la pobre no lograba hacer sus necesidades. Tras no se cuantos días sin éxito, una mañana sentada en el retrete apretó con tanta fuerza, que un ojo le salió disparado contra la pared.

Mi hermana y yo siempre dejábamos el plato limpio.







Comentarios

  1. ¡Hola, Pedro! ¡Como para no comerse el brócoli después de semejante historia! Un micro que nos muestra el poder de los cuentos para que los niños hagan lo que deben. Estupenda propuesta. Un abrazo!

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  2. Hola David. En primer lugar, muchas gracias por leerme. En cuanto al poder de los cuentos, esa era la idea que quería transmitir con este micro. Un abrazo.

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  3. Ahora basta con escuchar cualquier canción de reguetón y la deposición es inmediata. Laxante de máxima eficacia; y los ojos quedan a salvo. Los de ver, al menos.

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    1. Ja,ja,ja menos mal que siempre nos quedarán Richards y Jagger, aunque también tengan ya cara de estreñidos, jeje. Gracias por tu lectura Cabrónidas

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  4. ¡Ja,ja,ja...! Es que me ha gustado mucho tu micro, Pedro, y me he reído con ganas.
    ¡Felicitaciones; te resultó muy breve y divertido!

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    1. Muchas gracias por tu lectura. Me alegro que te haya gustado el micro. Un saludo.

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  5. Hola Pedro, creo que después de leer tu magnífico micro no me queda más que comer muchos vegetales y tomar mucha agua. Jajaja, saludos...

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  6. Jajaja. Hola Ana, muchas gracias por pasarte y por tu comentario.

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