Me lo repito. En bucle. Para convencerme o exculparme, o como ahora, para poder dormir. Puta penitencia.
Un segundo, a veces, es demasiado tiempo. Debería haber sido
un ciervo, o un perro enorme, pero no, era un tipo. Enjuto y largo, como un día sin pan, tumbado
sobre el asfalto. Había luna llena, por eso tengo tan clara su imagen a través
del retrovisor. Salí del coche y eché a correr.
—¿Puedes oírme?
Hay que ser gilipollas, pero es lo que dije.
Le propiné un par de guantazos para ver si reaccionaba.
Hasta en mis recuerdos soy un puto imbécil. Al menos, no le puse la oreja en el
pecho como hacen en las películas.
Luego me visitó el pánico.
El que me hizo huir con la cabeza pegada a la luna delantera y mi pie aplastando
el acelerador.
—Nico, ¿te has dormido?
Abro un ojo. Veo el careto de mi primo embadurnado de
protector solar. Me duele el culo gracias a la mierda de silla de playa.
—Que mal rollo de sueño — respondo.
Miro al mar. Pasa por delante de nosotros un tipo enjuto y
largo como un día sin pan. Nos miramos, sonríe y me guiña un ojo.
Microrrelato seleccionado para el programa 21 de Forjadores de Relatos.
Muy bueno. No le sobra ni le falta nada, a mi modo de ver.
ResponderEliminarMuchas gracias. Un abrazo.
Eliminar¡Hola, Pedro! Me encantó el relato. En su parte inicial incides en algo que aunque parezca horrible, me parece que nadie puede poner la mano en el fuego por la reacción que podríamos tener en esa situación.
ResponderEliminarEn la segunda parte logras con una vuelta de tuerca final dar un giro inquietante a ese clásico despertar de la pesadilla. No sé quien dijo alguna vez que el miedo no es ver un fantasma, sino que este te mire a ti. Aquí nos quedamos en la duda, lo que le viene maravillosamente a esta clase de relatos, sobre qué es sueño y qué realidad. Un abrazo y Feliz Año!!
Gracias por pasarte , David. Un abrazo.
EliminarCombinación perfecta de realidad y sueño o imaginación. Me encanta ese giro final y esa duda que dejas suspendida en el aire. Gran relato, Pedro! ¡Feliz año!
ResponderEliminarMuchas gracias, Mayte.
EliminarTe desnudaste con palabras
ResponderEliminarbuen comienzo de año
muchacho
Igualmente para ti.
EliminarHola Pedro que interesante giro tiene tu historia. El miedo y las pesadillas sin duda van de la mano. Un abrazo y Feliz Año 2022 🐾
ResponderEliminarGracias, Rosa. Un abrazo.
EliminarQue bueno Pedro, y el giro final me parece genial. No quiero ni pensar la vida que le espera al personaje, creo que va a ser larga como una vida sin pan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ja, ja, ja. Pues es lo que le espera, Angel. Un abrazo.
EliminarHola pedro , no puede ser una premonición y por eso él le guiña el ojo
ResponderEliminara tu protagonista , ¿Quién sabe si cuando vaya de vuelta a casa este lo atropella en medio
de la noche oscura , al dejar a su primo en su casa , muy buen micro espero que participes en el reto del tintero de oro , que nos propone David.... La verdad es que cuando me has dejado el comentario en mi blog , sabía que alguno diría lo que tú has dicho , pero no pensé que fuese tú
la verdad es que el relato se quedo con falta de alguna explicación ,te deseo una feliz tarde
saludos de flor.
Hola, Flor. Muchas gracias por tu visita. Las premoniciones son jugosas , jeje. Feliz semana.
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